
El 6 de febrero de 1958 un duro temporal de nieve y viento frenó la evolución de una de las generaciones con más futuro de la historia del fútbol inglés y europeo. El Manchester Unitedregresaba hacia Inglaterra cuando su escala en Múnich resultó ser no la parada obligada del avión que hacía escala sino la parada definitiva de 23 de los 44 pasajeros que viajaban en un aeroplano llamado Ambasador.
Supervivientes
Ocho de ellos eran futbolistas de un equipo que asombraba Europa y que venía de vencer al Estrella Roja en una dura eliminatoria en Belgrado. Ese United era la verdadera alternativa al insultante dominio del Real Madrid en la, por entonces, joven Copa de Europa. Ese equipo sufrió la perdida de magníficos jugadores como Duncan Edwards que iban camino de instalar su dictadura futbolística en el viejo continente.
Charlton y Busby lideraron la resurrección
La media de edad de los jugadores fallecidos era de unos 24 años con lo que se perdió toda una generación conocida como los Busby Babes, en referencia a Sir Matt Busby, legendario técnico escocés del United que si que sobrevivió junto con Bobby Charlton. El hoy presidente de honor de los red devils tenía sólo 20 años el día de la tragedia. Busby y Charlton lideraron la resurrección del equipo que tuvo que empezar desde cero y bajo el terrible recuerdo de los que se fueron.
Milan
En la siguiente eliminatoria, las semifinales tuvieron que ser disputadas por un equipo plagado de canteranos que aún así dieron la talla ante el Milan e incluso ganaron 2 a 1 en Old Trafford aunque cayeron goleados en Italia. El United brillaba en Inglaterra pero un 6 de febrero de hace 55 años alguien o algo quiso que su progresión se quedase en leyenda. Diez años después, Busby y Charlton lograron romper esa deuda con la Copa de Europa del 68. Ya no estaban sus excompañeros pero su recuerdo no morirá nunca en los red devils.
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